Hay que tener un par de cojones para hacer lo que hacen estos tres golfos. A los dos chicos y a la chica les va el riesgo, les pone follar en lugares públicos por el morbo de ser pillados. Han llevado ese morbo a su máxima expresión y se han puesto a follar en frente del mismísimo paladio real. Han tenido suerte de que no les han pillado y los dos chicos se han repasado el conejo de su amiga hasta correrse, pero si les llegan a pillar les cae la del pulpo.
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